martes, 7 de enero de 2014

ENERO 7, 2014

SALUDOS A JOSÉ EDUARDO DE LLANO CASTILLO (TAMPICO), GENOVEVA GARCIA (LA RIVIERA MAYA), JOSÉ LUIS PARRA, DR. VÍCTOR ULISES GUERRA VILLAGOMEZ (GUAD), A MAGDALENA GALVÁN (TAMPICO) Y A ARTURO ORTEGA MORAN. CAPSULA DE LENGUA 266, UNA DE OREJAS Pensándolo bien, los poetas han sido injustos con las orejas. Han llenado de alabanzas a los labios femeninos, de los ojos han hecho mil metáforas, han llevado a la excelsitud a mejillas, pómulos, cuellos y hasta mocosas narices han sido dignas de engalanar un verso. Pero las orejas... nada. En latín eran auris y en diminutivo aurículas; de ahí, en castellano viejo se dijo oreclas para finalmente quedar en el actual; orejas. Estos receptáculos de ondas sonoras, han tenido que conformarse con ser parte de refranes y expresiones poco o nada románticos, aunque siempre con detalles que despiertan nuestro interés. Así lo es un viejo refrán, ya desaparecido, que rezaba: “Si tiene ovejas, aunque no tenga orejas”. Lo decían las mozas que esperaban casarse con alguien cuya fortuna les garantizara una vida holgada, sin importar lo que hubiera tenido que hacer el susodicho con tal de alcanzar tal posición. Este inocente refrán, oculta un rasgo cultural que se vivió durante la Edad Media española: Era costumbre que cada martes, la gente se reunía en la plaza principal y ansiosa esperaba el momento en que se castigaba a los ladrones que, uno por uno, iban pasando ante el verdugo que con gran eficiencia les cortaba las orejas. A cada oreja caída, la multitud gritaba divertida. Podemos entender ahora el refrán “Si tiene ovejas, aunque no tenga orejas”, en el que “tener ovejas” es tener riqueza y “no tener orejas”, habla de que esta se consiguió de manera deshonesta. Muchos años debió durar la costumbre de desorejar ladrones, porque también dejó huella en otros dichos como: “No hay para cada martes orejas”, que así diría el ladrón que ya desorejado y reincidente, lo volvían a presentar ante el verdugo. En el habla coloquial, la oreja está muy presente: “oreja” es un espía de poca monta, “bajar las orejas” es humillarse, “mojar la oreja” es provocar y humillar al prójimo y si te “zumban las orejas”, es porque alguien habla mal de ti a tus espaldas. Abundancia de expresiones, pero ausencia de romanticismo. Por eso digo que los poetas, han sido injustos con las orejas y para remediar en algo ese desprecio, hoy la cápsula no fue de lengua, fue de orejas.

lunes, 6 de enero de 2014

ENERO 6, 2014

FELICITACION A FELIPE NUÑEZ (DE COCACOLA) POR SU CUMPLEAÑOS, JESICA BERENICE TORRES SANDOVAL POR SU CUMPLEAÑOS, Y TAMBIEN AL ING. PRIMO MARTINEZ POR SU CUMPLEAÑOS, SALUDOS A CRISTELA TAGLE ROSCA DE REYES Cada 6 de enero las familias mexicanas se reúnen alrededor de este singular pan de dulce, para compartirlo y disfrutarlo, acompañado de una buena taza de chocolate. Cada uno de los invitados corta un pedazo de rosca y quien encuentra “el muñequito”, será el encargado de colocar la figura del niño Jesús en el Nacimiento. Y según lo narra Marco Polo en su libro El Millón: “Los tres Reyes de la comarca se pusieron de viaje para adorar a un profeta recién nacido y llevarle tres ofrendas: oro, incienso y mirra. Si el profeta tomaba el oro, era rey terreno; si tomaba el incienso era un Dios; y si tomaba la mirra, era un médico. Resolvieron ir entonces los tres, al mismo tiempo, a adorar al Niño. Se postraron ante él y le ofrecieron el oro, el incienso y la mirra. El niño tomó las tres ofrendas y les dio a cambio un cofrecillo herméticamente cerrado. Dentro del cofrecillo, los Reyes encontraron una piedra, con la cual el Niño les quiso significar que debían ser firmes y constantes en su fe; pero como desconocían el significado la arrojaron a un pozo y vieron que de las nubes descendió una llamarada que se hundió hasta la piedra. Comprendieron que se trataba de un talismán, tomaron parte del fuego y lo llevaron a sus respectivos países para mantenerlo ardiendo y utilizarlo en todos los holocaustos”. En Francia comenzó a celebrarse esta fecha, cristianizando la costumbre pagana de “elegir un rey de las fiestas”. Inspirado en el Eclesiastés, la gente se reunía en la noche familiar alrededor de una rosca de pan dulce adornada con azúcar y frutas cristalizadas, en la que habían escondido un haba, como símbolo de la huída de la persecución del rey Herodes. La tradición pasó a España y de España a México, donde se han añadido características que han convertido a la rosca en una de las celebraciones más populares y anticipadas del año. En ambos países se encuentran detalles adicionales, como el hecho de que algunas personas agregan – en vez de o además del muñequito o la haba -, una monedita, o bien un anillo y un dedal, en cuyo caso el anillo indicaría boda próxima, y el dedal, soltería durante todo el año. La tradición mexicana dictamina que el afortunado que al morder su trozo, encuentre la figura, se convierte en el “rey” o “reina” de la fiesta, por lo que algunas familias acostumbran otorgarle una corona de cartón y papel dorado. Parecería que el recibir este título se consideraría un honor, pero la realidad es que muchos temen que esto suceda, pues implica el compromiso de dar una elaborada cena a la que se deberá invitar a todos aquellos que compartieron la rosca. La fecha: el 2 de febrero, día de la Candelaria. De ahí surge la expresión “hacerse rosca”, la cual se refiere al hecho de “hacerse el inocente” y negar que le ha “tocado” el muñequito para evitar el compromiso. Los cristianos afirman que la forma circular de la rosca simboliza el amor eterno de Dios; el cuchillo que se utiliza para partirla, el peligro de muerte en manos de Herodes; mientras que los trocitos de fruta, representan las distracciones del mundo que impiden a los hombres encontrar a Jesús.