miércoles, 28 de mayo de 2014

MAYO 28, 2014

JAIR MARTÍNEZ (TORRE AXA), JOAQUÍN RAMÍREZ, FRANCISCO ROCHA GONZÁLEZ, FER ITZEL SILVA (SLP), MARIBEL SINECIO SLP, NORMA ARREDONDO, JUAN, ALEX, CARLOS Y TOÑO IBARRA Y A MARCO SERNO Sir Ernest Rutherford, Premio Nobel de Química en 1908, contaba la siguiente anécdota: Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que este afirmaba que su respuesta era acertada. Acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo. Leí la pregunta del examen: "Demuestre cómo es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro. El estudiante había respondido: "lleve el barómetro a la azotea del edificio y átele una cuerda muy larga. Descuélguelo hasta la base del edificio, marque y mida. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio". Realmente, el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, por lo que había respondido a la pregunta correctamente. Pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera conocimientos de física. Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad advirtiéndole esta cuestión. Contestó que tenía muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas, escribió la siguiente respuesta: coja el barómetro y láncelo al suelo desde la azotea del edificio, calcule el tiempo de caída con un cronómetro. Después aplique la formula altura = 0,5 A por T2. Y así obtenemos la altura del edificio. Mi colega le dio la nota más alta. Después me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta. Bueno, respondió, hay muchas maneras, pero probablemente la más sencilla sea coger el barómetro y golpear con él la puerta de la casa del conserje. Cuando abra, decirle: -Señor conserje, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo. Le pregunté si no conocía la respuesta convencional al problema (la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares) dijo que la conocía, pero que durante sus estudios, sus profesores habían intentado enseñarle a pensar". El estudiante se llamaba Niels Bohr, físico danés, premio Nobel de Física en 1922, más conocido por ser el primero en proponer el modelo de átomo con protones y neutrones y los electrones que lo rodeaban. Fue fundamentalmente un innovador de la teoría cuántica. Moraleja: Aprendamos a pensar, hay mil soluciones para un mismo problema, pero lo realmente interesante, lo auténticamente genial es elegir la solución más práctica y rápida, de forma que podamos acabar con el problema de raíz...y dedicarnos a solucionar OTROS problemas.

martes, 27 de mayo de 2014

MAYO 27, 2014

FELICIDADES A CHRIS COLFER POR SU CUMPLEAÑOS, HUGO ARMANDO ARTEAGA, SILVIA RIVERA, JORGE CASTRO (SLP), MIGUEL, JULIO Y RICARDO ESPINOZA CASTILLO (SLP), SONIA CASTILLO (LEÓN) Y AL ING. ARTURO ORTEGA MORÁN. CAPSULA DE LENGUA 284, PALABRAS EN LOS OJOS ¡Ay, los ojos!, esas rendijas delatoras. Por ahí se asoman las emociones, los sentimientos y las intenciones. No pueden ocultar la ternura y el amor, pero tampoco la envidia, el odio y la mentira. Irradian el gozo y hacen brotar la tristeza empapada. No es raro entonces, que de ellos se hayan escrito mil poemas y cantado mil canciones. Tampoco es raro que hayan dado al lenguaje mil palabras. La huella más antigua de su nombre se adivina en *okw, voz que pronunciarían pueblos que antecedieron a griegos y romanos. De ahí en latín se dijo oculus, y en castellano ojo. Luego palabras como antojo o antojito, lo que se pone ante los ojos y que por deseable, no podemos dejar de ver. Otra voz curiosa es la que nombra a las hierbas espinosas: abrojo ´abre los ojos´, de la advertencia a los recolectores de hortalizas para evitar tocar a una de estas plantas. Por el lado griego, *okw mutó a *op y, en esa lengua, vista se dijo opsis. De ahí han quedado palabras que conservan esa huella genética: algunas obvias como óptica y optometrista; otras no tanto, como piropo (de pyr ´fuego´ y op ´mirada, es entonces un piropo una ´mirada de fuego´) aunque ya se sabe, a la mirada le sigue un galanteo. Autopsia, que literalmente significa ´ver por uno mismo´, en este caso a un cadáver para saber la razón de su muerte; en sinopsis y sinóptico hay la idea de ´ver todo junto´ y obispo, que derivó de epíscopus, es en la iglesia católica el visor, que se asegura de que las cosas estén bien. De antiquísimo origen, es la creencia viva del daño que podemos hacer con la mirada. “Mal de ojo” se dice hoy. Los latinos decían inoculare (de in-oculus, ´introducir un mal por los ojos´), y de ahí inocular pasó al argot de la medicina como ´introducir gérmenes para crear defensas´, se conserva la idea de introducir un mal, pero ya no por los ojos. El mismo origen tiene envidiar, del latín ínvidere (que es ´meter la vista a alguien´ o sea ´mal de ojo´), voz que nació con la carga de querer hacer daño, aunque hoy se habla de “envidia de la buena”, ¿acaso la hay?... cosas del lenguaje. Los defectos de los ojos también dieron palabras curiosas: miope viene del griego (my ´guiñar´ y op ´ver´) y, así es, quienes padecen este desorden entrecierran los ojos para aspirar a mejor. Tuerto es hoy quien ha perdido un ojo, pero no fue antes así, el tuerto original era el de vista torcida, al que hoy llamamos bizco, palabra que procede del latín versicus (de vertere, lo que se tuerce). Las cataratas oculares son una bella metáfora, los que las padecen ven las cosas difusas, como si estuvieran atrás de una caída de agua. Mirar viene del latín mirari, que en su origen tenía el sentido de sorprenderse con lo que se ve, idea que se conserva en admirar. También de la familia es milagro ´hecho sorprendente´, tanto que hoy se lo adjudicamos a la acción divina. En latín era miraculum y en castellano primero se dijo miraglo, pero por la dificultad para pronunciar, quedó en milagro. Muy prolíficos son los ojos. De ellos muchos poemas, de ellos muchas canciones, de ellos muchos refranes y también muchas palabras a las que, este breve espacio, apenas alcanzó para echarles una ojeada.

lunes, 26 de mayo de 2014

MAYO 26, 2014

MERCEDES LOZANO A ENRIQUE ROJAS, BLANCA GONZÁLEZ Y FELIPE CONTRERAS (SAN LUIS POTOSÍ), NATALIA DANIEL, LY BADILLO (PUE), JOAQUÍN DEL RÍO EN MÉRIDA, LAURA PALOMINO ARAIZA FRAGMENTOS DE LA ÚLTIMA CARTA DE EINSTEIN A SU HIJA Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo. Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación. Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el amor. Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas. El amor es luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere.. El amor es Dios, y Dios es amor. Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo. Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites. Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiese que en él habita, el amor es la única y la última respuesta. Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada. Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quintaesencia de la vida. Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta. Tu padre. (Albert Einstein)