miércoles, 23 de abril de 2014

ABRIL 23, 2014

FELICITACION A JORGE HUERTA (DIRECTOR IMAGEN GUAD) Y A CARLOS DE CARCER Y BALLESCA PRODUCTOR EJECUTIVO DE ESTA EMPRESA, ISIDRO MEDINA, MÓNICA DE LA VEGA, RENATA GUTIÉRREZ, MARÍA VIRGINIA HILL PÉREZ, FERNANDO MARTÍNEZ MEJÍA, JOSÉ DE JESÚS ZAPATA TORRES (MONT) Y A MARIO MEJÍA. MEDIA SEMANA CON TECNOLOGIA HACER QUE LA LUZ DEL SOL LLEGUE A LAS CALLES ESTRECHAS La situación es bien conocida por todas las personas que viven en calles estrechas con edificios altos, comunes en el casco antiguo de muchas ciudades: La luz del Sol que llega a la calzada y las aceras casi nunca es suficiente para disfrutar de los beneficios de la iluminación solar, ya que buena parte de ella es bloqueada por los edificios. La falta de sol en estas áreas urbanas no solo las hace sombrías y tristes, sino que puede perjudicar el bienestar mental de sus habitantes. Se sabe que la escasez crónica de iluminación natural puede causar problemas psicológicos, tales como cambios negativos del estado de ánimo, somnolencia diurna, tendencia a la apatía e incluso depresión. Para aliviar el problema, unos investigadores egipcios han desarrollado un panel translúcido ondulado que redirige la luz solar hacia el interior de las calles estrechas y los callejones. El panel está montado sobre los tejados y cuelga sobre el borde con un ángulo que le permite distribuir la luz solar hacia la calle de abajo. Si bien hay disponibles comercialmente otros dispositivos, parecidos a ventanas, que pueden redirigir la luz, están diseñados para hacer sombra y redirigir a otras partes el exceso de luz, como por ejemplo para dar más luz a una habitación interior. No están pensados para redirigir luz hacia una calle estrecha. Así que el equipo de Amr Safwat, de la Universidad de El Cairo en Egipto, decidió crear su propio diseño. Querían una forma simple de redistribuir la luz natural sin la necesidad de un dispositivo de rastreo que siguiera la posición del Sol en el cielo desde el amanecer hasta su crepúsculo. Lo que han ideado es un panel hecho de polimetilmetacrilato. El fondo del panel es liso, mientras que la parte superior está cubierta de ondulaciones de tipo sinusoidal. Los investigadores usaron simulaciones por ordenador para encontrar el tamaño y la forma de los surcos que distribuyan mayor cantidad de luz solar en un amplio abanico de posiciones del Sol durante todo el año, tanto si está alto en el cielo como si está bajo. Un patrón sinusoidal es también fácil de fabricar. Usando simulaciones de luz solar brillando sobre un callejón, los investigadores encontraron que sus paneles incrementaron la iluminación en un 200 y un 400 por ciento en otoño e invierno, respectivamente, cuando la luz del Sol está más limitada. También han probado un pequeño prototipo, constatando que ilumina el área tal y como se había diseñado. El próximo paso será construir un modelo a plena escala, unas 10 veces más grande, para validar los cálculos realizados por el equipo de investigación y ponerlo a prueba en un callejón. Tras ello, estos paneles se podrán comercializar. Se estima que un panel de un metro cuadrado y su marco costarán entre 70 y 100 dólares. El nuevo sistema ha sido presentado públicamente a través de la revista académica Energy Express, de Estados Unidos que agrupa a unos 17.000 científicos, ingenieros, y demás profesionales de la óptica y la fotónica de más de 100 naciones. Aproximadamente el 52 por ciento de los miembros de esta sociedad reside fuera de Estados Unidos.

martes, 22 de abril de 2014

ABRIL 22, 2014

FELICITACION A LOREN DURAN Y A GUILLERMO AGUIRRE FARIAS POR SU CUMPLEAÑOS, SALUDOS A ELISA ROBLES DÍAZ, ADRIÁN NAVARRO CANEDO, LUCY AGUILAR, ALEJANDRO GÓMEZ LACES (GUAD), RENATA GUTIÉRREZ, MARÍA VIRGINIA HILL PÉREZ Y AL ING. ARTURO ORTEGA MORÁN. CAPSULA DE LENGUA 279, LA TALACHA Hay veces, que no nos queda de otra más que “entrarle a la talacha”. Los mexicanos sabemos que la “talacha” es el trabajo que cansa, que es tedioso, pero que por necesidad alguien tiene que hacer. Lo poco sabido, es que en esta voz se amalgamaron la lengua náhuatl y la española, haciendo de ella una verdadera “palabra mestiza”. Cuando los españoles invadieron tierras americanas, poco a poco, fueron imponiendo su cultura y su lenguaje. No obstante, la cultura prehispánica no desapareció por completo. Parte de ella se amalgamó con la de los conquistadores para dar lugar a la nueva “cultura mestiza” que se marcó también en el lenguaje. Son muchas las voces indígenas que ahora usamos y que siguen ahí, recordándonos que sobrevive en nosotros algo de la cultura de nuestros antepasados prehispánicos. Hay palabras del náhuatl, que permanecen casi intactas. Abundan en nombres de lugares como Ahuacatlán (que es lugar de aguacates), Popocatépetl (montaña que humea), etc. También, en el lenguaje coloquial, usamos el despectivo “escuincle” (que significa perro), para llamar a los niños; para decir “mucho” usamos “un titipuchal”, nos gustan los “tamales” y de un enamorado empedernido, decimos que le dieron “toloache”. Hay otras palabras que nacieron por confusión fonética. Por ejemplo, cuando los españoles llegaron a un lugar que los nativos llamaban “Cuanahuac”, les pareció oir “Cuernavaca”, y así le llamaron. Otras voces, surgieron al adaptarse palabras indígenas a los esquemas del español. Un buen ejemplo es “tlapalería”, la tienda que vende pintura, material eléctrico y herramientas. Este nombré se derivó del náhuatl “tlapalli” (color para pintar, literalmente 'líquido de fuego') y la terminación española “ería”. De una naturaleza muy especial, son las palabras que se formaron con la mezcla de una voz náhuatl y una voz española. A éstas, los académicos las llaman “hibridismos”, pero a mí me ha parecido bien llamarlas “palabras mestizas”. Un buen ejemplo de esta categoría es la voz “talacha”. En esta palabra, el náhuatl “tlalli” (tierra) y el español “hacha”, se fusionaron para formar la voz “tlalhacha”, para nombrar al instrumento de labranza que se usa como hacha y azadón. Se usa para romper tierra dura y cortar dentro de ella tallos y raíces. “Tlalhacha” se simplificó a “talacha”, y después, al tratar de masculinizar a la herramienta nacieron las variantes “talacho” y “talache”. De la agobiante tarea de la labranza se dijo “hacer talacha” y de ahí se generalizó para referirse a cualquier trabajo que requiere gran esfuerzo. Otra palabra bicultural es “tecorral”, que se integró con el náhuatl “tetl” (piedra) y el español “corral” pasando a significar “corral de piedras”. No cabe duda de que las palabras mestizas tienen especial relevancia, ya que ellas son huellas vivas de nuestro origen.

lunes, 21 de abril de 2014

ABRIL 14, 2014

FLAVIO DAMIIAN SEVILLA MARTIN EZ CUMPLEAÑOS, SALUDOS A ÁLVARO LARRONDO, INDIRA HINOJOSA, PAULO BARAJAS, ENRIQUE OLIMAN, PACO DE LOS SANTOS, JORGE CHÁVEZ Y A JOSÉ LUIS HERRERA PALAFOX La redacción que sigue fue escrita por un candidato en una selección de personal en una planta automotriz; la persona fue aceptada "Ya hice cosquillas a mi hermana sólo para que dejara de llorar, ya me quemé jugando con una vela, ya hice un globo con el chicle y se me pegó en toda la cara, ya hablé con el espejo. Ya quise ser astronauta, violinista, mago, cazador, y trapecista, ya me escondí atrás de la cortina y dejé olvidados los pies afuera. Ya robé un beso, confundí los sentimientos, tomé un camino errado y sigo andando en lo desconocido. Ya raspé el fondo de la olla donde se cocina la crema, ya me corté al afeitarme muy apurado. Ya traté de olvidar a algunas personas y descubrí que son las más difíciles de olvidar. Ya subí a un árbol para robar fruta, ya me caí por una escalera. Ya hice juramentos eternos, escribí el muro de la escuela y lloré sentado solo en el piso del baño por algo que me pasaba, ya huí de mi casa para siempre y volví al instante siguiente. Ya me tiré a la piscina, ya tomé whisky hasta sentir mis labios dormidos. Ya sentí miedo de la oscuridad, ya temblé de nervios, ya casi morí de amor y renací nuevamente para ver la sonrisa de alguien especial, ya desperté en medio de la noche y sentí miedo de levantarme. Ya grité de felicidad, robé rosas en un enorme jardín, ya me enamoré y creí que era para siempre, pero era un "para siempre" por la mitad. ¡Fueron tantas cosas que hice, tantos momentos fotografiados por la lente de la emoción y guardados en ese baúl llamado corazón! Ahora un formulario me pregunta, me grita desde el papel: ¿Cuál es su experiencia? Esa pregunta hizo eco en mi cerebro: experiencia... experiencia... ¿Será que cultivar sonrisas es experiencia? No, tal vez ellos no saben todavía ver los sueños. Ahora me gustaría preguntarle al que redactó el formulario: ¿Experiencia? ¿Quién la tiene si a cada momento todo se renueva? "