miércoles, 21 de mayo de 2014

MAYO 21, 2014

GERARDO MENDOZA SANTOS, NATALIA DANIEL, JORGE MORENO, LY BADILLO (PUE), ARTURO GALLEGOS, JESÚS VALENCIA, ÁLVARO RUIZ Y A GUILLERMO AGUIRRE FARIAS DE "CÓMO ATRAER Y CONSERVAR EL DINERO" Antiguas costumbres o supersticiones, extraídas de las creencias cabalísticas hebreas, siguen teniendo vigencia en el mundo de hoy, y han sido adoptadas en el mundo occidental y en América Latina, como parte de la carga ancestral y genética, que se deriva de la "cultura sefardita", que practicaban los judíos españoles, establecidos en la Península Ibérica hasta 1492, cuando los Reyes Católicos unificaron los reinos de Castilla y Aragón, además ocurrió el descubrimiento de América y también fueron expulsados los moros (árabes) y los judíos sefarditas. Es necesario saber que de esta rama del judaísmo, se originaron apellidos tales como: García, Ortiz, Alonso, Córdova, Plaza, Moreno, etc, pero muy especialmente los apellidos patronímicos que terminan en "EZ", como: Pérez, Benítez, González, Ramírez, Martínez, etc. Este tiene su origen en que al ser expulsados, muchos de ellos, emigraron hacia Europa Central, otros hacia el norte de África, principalmente a Marruecos, algunos también se convirtieron al cristianismo ("Marranos") y se unieron a los conquistadores y otros grupos llegaron y se ubicaron en Argentina, Chile y las islas del Caribe, donde echaron raíces desde entonces. De toda esta emigración sefardita que vino al Nuevo Mundo, nos quedaron estas enseñanzas, que así han permanecido inmutables en el tiempo Para que su casa se acostumbre al dinero y no falte nunca, siga los siguientes consejos: • En el día del pago de su sueldo, no se debe gastar ni un solo peso, y toda la suma recibida tiene que pasar una noche en casa o en su cuenta bancaria. • Los ancianos sabios aconsejan que se conserve un billete durante todo el año. Como quiera que este billete está cargado con su energía positiva, por lo tanto, empezará a atraer más dinero hacia usted. • Si se ponen a silbar con la boca en la habitación, no recibirán dinero extra, y tampoco, si recogen migas de la mesa con la mano. • Si le dan pan y sal a alguien, su suerte pasará a la familia de esa persona. • Para que haya siempre dinero en casa, hay que poner la escoba con el mango hacia abajo. • Es preferible pedir aumento en el sueldo al medio día, porque es cuando el sol irradia su máxima energía. • No presten dinero los lunes, ni pidan prestado los martes, ni tampoco devuelvan lo que se les prestó los días viernes. • Tomen y den prestado en la mañana, porque cualquier manejo de dinero en la noche significa: la bancarrota. • En general, traten de no tomar prestado, sino más bien de prestar, así estarán programando al dinero para que siempre se devuelva, adonde está usted. • En el bolsillo de su ropa, donde guardan el dinero, tengan siempre un billete o moneda. Por cierto, al dinero no le gustan los "bolsillos rotos". • Su billetera nunca debe estar vacía, allí tiene que haber por lo menos una moneda. • Todos los billetes tienen que ponerse con la cara viendo hacia afuera, hacia donde esté su dueño. • En su cartera, pongan un billete de 1 Dólar o su equivalente, doblado en forma de triángulo. • En su billetera conserven una "Moneda Feliz" de su primer sueldo, de una persona buena o de un trato exitoso. Esta moneda no debe ser gastada, ya que es un "talismán". • El dinero obtenido en juegos, apuestas, de manera injusta, encontrado o regalado, no trae la felicidad, y por lo tanto, no tiene que conservarse por mucho tiempo, gástenlo rápido o dónenlo a la caridad. • Después de haber escuchado esto, ustedes ya se percataron que el dinero se pierde, se gana y se termina rápido. Así, el dinero empezará a llegarles, porque de esta manera, demuestran que lo respetan y realmente lo estiman.

martes, 20 de mayo de 2014

MAYO 20, 2014

FELICITACION A NATALIA CARRILLO POR SU CUMPLEAÑOS, TAMBIEN A JULIETA HERRERO GIL POR SU CUMPEAÑOS, SALUDOS A CARLOS ANTONIO VICHIQUE (VER.), ISABEL CANTÚ ESCUDERO, ARTURO GALLEGOS, JESÚS VALENCIA, ÁLVARO RUIZ Y AL ING. ARTURO ORTEGA MORÁN. CAPSULA DE LENGUA 283, IMPRESIONES DE LA MEMORIA Para guardar la memoria, hace milenios inventamos la escritura. Primero imágenes, después ideogramas y luego complejos sistemas de signos para poder decir más cosas. La palabra ´escritura´ revela las preocupaciones de nuestros lejanos antepasados para proteger del tiempo a los recuerdos. Había que plasmarlos en materiales fuertes: piedra o madera dura; entonces era preciso cortar, romper, grabar con fuerza; verbos que se encerraban en la primitiva palabra *skreibh, de donde, en latín, se dijo “scribere” y luego en castellano ´escribir´. Arduo y lento era grabar en piedra, no es difícil imaginarlo. Por eso muchas cosas no se escribieron y fue necesario buscar otros métodos que facilitaran la tarea. De las aguas del Nilo se tomó el papiro y, de las fibras de esta planta acuática, se formaban grandes láminas que por ser quebradizas no podían doblarse, por eso se vendían en rollos (voluminis para los latinos). En ellos se deslizaba un calamus (cañita para escribir) cuya estela de tinta, con suavidad dejaba grabada la memoria. Así, el acto de escribir pasó de tosco a terso. El lenguaje conservó huellas de esta historia en las palabras papel (de papiro) y volumen para referirse a uno de varios libros que, ya sin ser rollos, constituyen una obra. También se escribió en pieles y aunque esto era muy caro, tenía sus ventajas. Eran más durables, en ellas se podía escribir por ambos lados y además se podían doblar, cosas que no eran posibles con el papiro. En Pérgamo, ciudad griega, se popularizó el uso de estas láminas de piel y de ahí quedó la palabra pergamino (de Pérgamo) para nombrarlas. Por su flexibilidad, una pieza grande podía doblarse un par de veces y así tener cuatro hojas, las que cocidas formaban un quaternum (de cuatro), que en castellano se dijo cuaderno. Uniendo varios de estos quaternum, y de ahí el verbo encuadernar, se obtenía un libro, ya en el formato que hoy conocemos. Por mucho tiempo, los libros se escribieron a mano y esa fue tarea de los copistas, que por otros nombres se conocieron como amanuenses (copistas) y escribas. Ellos escribían un promedio de tres páginas por día así que, imagínate, les llevaría más de tres meses sacar un solo ejemplar de un libro de 270 páginas. Las erratas abundaban y, para justificarlas, se inventaron un demonio que cambiaba letras y se comía palabras. Hasta nombre le pusieron, lo llamaron Titivillus. Cuando en el siglo XV llegó la imprenta de Gutenberg, los copistas quedaron desempleados, no podían competir con las 150 páginas diarias que podía imprimir ese artefacto. Desde entonces las imprentas han crecido a pasos agigantados, hoy producen enjambres de libros que cada vez llegan a más gente para entregar la memoria guardada. ¡Ah!, el que ha sido un hueso duro de roer es Titivillus, que no ha sido completamente exorcizado y sigue haciendo de las suyas. Las erratas siguen apareciendo, en mayor o en menor grado. Solo espero que a este demonio, no se le haya ocurrido echarse una vuelta por estas letras.

lunes, 19 de mayo de 2014

MAYO 19, 2014

RICARDO DEL CASTILLO, BRIGITTE BOUVY HOFFMANS, (BRUSELAS), MARTÍN Y MARTINCIN PEDROZA (LEON), A CECILIO LOPEZ LEAL, FERNANDO ALVARADO (SONORA), ARTURO GALLEGOS Y A BERENA MARTÍNEZ. "Hay una ruptura en la historia de la familia, donde las edades se acumulan y se superponen y el orden natural no tiene sentido: es cuando el hijo se convierte en el padre de su padre. Es cuando el padre se hace mayor y comienza a trotar como si estuviera dentro de la niebla. Lento, impreciso. Es cuando uno de los padres que te tomó con fuerza de la mano cuando eras pequeño ya no quiere estar solo. Es cuando el padre, una vez firme e insuperable, se debilita y toma aliento dos veces antes de levantarse de su lugar. Es cuando el padre, que en otro tiempo había mandado y ordenado, hoy solo suspira, solo gime, y busca dónde está la puerta y la ventana - todo corredor ahora está lejos. Es cuando uno de los padres antes dispuesto y trabajador fracasa en ponerse su propia ropa y no recuerda sus medicamentos. Y nosotros, como hijos, no haremos otra cosa sino aceptar que somos responsables de esa vida. Aquella vida que nos engendró depende de nuestra vida para morir en paz. Todo hijo es el padre de la muerte de su padre. Tal vez la vejez del padre y de la madre es curiosamente el último embarazo. Nuestra última enseñanza. Una oportunidad para devolver los cuidados y el amor que nos han dado por décadas. Y así como adaptamos nuestra casa para cuidar de nuestros bebés, bloqueando tomas de luz y poniendo corralitos, ahora vamos a cambiar la distribución de los muebles para nuestros padres. La primera transformación ocurre en el cuarto de baño. Seremos los padres de nuestros padres los que ahora pondremos una barra en la regadera. La barra es emblemática. La barra es simbólica. La barra es inaugurar el “des templamiento de las aguas”. Porque la ducha, simple y refrescante, ahora es una tempestad para los viejos pies de nuestros protectores. No podemos dejarlos ningún momento. La casa de quien cuida de sus padres tendrá abrazaderas por las paredes. Y nuestros brazos se extenderán en forma de barandillas. Envejecer es caminar sosteniéndose de los objetos, envejecer es incluso subir escaleras sin escalones. Seremos extraños en nuestra propia casa. Observaremos cada detalle con miedo y desconocimiento, con duda y preocupación. Seremos arquitectos, diseñadores, ingenieros frustrados. ¿Cómo no previmos que nuestros padres se enfermarían y necesitarían de nosotros? Nos lamentaremos de los sofás, las estatuas y la escalera de caracol. Lamentaremos todos los obstáculos y la alfombra. Feliz el hijo que es el padre de su padre antes de su muerte, y pobre del hijo que aparece sólo en el funeral y no se despide un poco cada día. Mi amigo Joseph Klein acompañó a su padre hasta sus últimos minutos. En el hospital, la enfermera hacía la maniobra para moverlo de la cama a la camilla, tratando de cambiar las sábanas cuando Joe gritó desde su asiento: - Deja que te ayude . Reunió fuerzas y tomó por primera a su padre en su regazo. Colocó la cara de su padre contra su pecho. Acomodó en sus hombros a su padre consumido por el cáncer: pequeño, arrugado, frágil , tembloroso. Se quedó abrazándolo por un buen tiempo, el tiempo equivalente a su infancia, el tiempo equivalente a su adolescencia, un buen tiempo, un tiempo interminable. Meciendo a su padre de un lado al otro. Acariciando a su padre. Calmado el su padre. Y decía en voz baja : - Estoy aquí, estoy aquí, papá! Lo que un padre quiere oír al final de su vida es que su hijo está ahí". Francisco Ros Gascóns México