viernes, 6 de marzo de 2015

CORAZÓN PARTIDO Soy una joven de 25 años y estoy en una relación de larga distancia, y la verdad a veces me siento bien, pero lo extraño tanto, es un hombre maravilloso, las veces que nos vemos nos la pasamos bien y nos hace falta tiempo y cosas que decirnos, nos llamamos por teléfono y es tan romántico, pienso que así soy feliz, pero él me hace falta. Le envío mensajitos lindos, le hice un blog y cuando me llama, la dulzura es lo principal en nuestras palabras, cuando nos vemos, solo pienso en disfrutar todo con él. Pero por otro lado, a veces me dan ganas de salir con mis amigos que me invitan a cada rato y hasta ahora yo no he aceptado. Pero cada día que pasa me siento más sola. ¿Qué consejo puede darme? Mi querida apartada: La verdad que es muy difícil, hay que aguantar mucho, los celos, el no verlo, el no poder contar con él cuando lo necesitas, y sobre todo no poder hacer todo lo que deseas con él, como ir al cine o ir a dar un paseo o lo que sea. Aun así yo creo que la distancia también es algo que puede fortalecer la relación. También, es una relación que al momento del reencuentro sus corazones se acelerarán al máximo. Deduzco que tu estas enamorada de él, pero el vivir la vida con incertidumbre a distancia es acabar con la misma vida. Es tu decisión de acuerdo al grado de amor que tengas por él. Adelante con tus ideales. GUILLERMO AGUIRRE FARIAS, LAURA PALOMINO ARAIZA, LIC. MIGUEL BOJORQUEZ ARVIZU Y A MIGUEL OCAÑA SONRISAS PARA VIERNES. Papá, en mi clase un extraño me ofreció drogas. ¿Y qué hiciste? Le compré al de siempre. Así es hijo, a desconocidos nada. ¿cuál es el nombre del niño más flaquito del mundo? Alan Brito. Sonrie todos los días Como si estuvieras bien pacheco Una pizza por favor ¿Cómo la quiere Demasiado, más que a nadie en el mundo, Cada noche pienso en ella hasta quedarme dormido Deberían prohibir a las mujeres feas usar perfumes nada mas hacen voltear a uno a lo tonto. Bueno pero acá en nuestro país todas las mujeres son bellas Al abuelito que le dan Viagra todos los días para que para que no se caiga de la cama Doctor es grave si te quedan ocho meses de vida que me recomienda cásate eso me va curar no pero se te harán eternos Análisis de la palabra estudiantes estudian día antes Espero sus corazones partidos y sus chistes en e_harfuch@hotmail.com

martes, 3 de marzo de 2015

MARZO 3, 2015 CÁPSULA: PALABRAS DE HUMOR. POR ARTURO ORTEGA MORÁN Una larga y antigua creencia, sostenía que en el cuerpo humano había cuatro humores o humedades que regían el carácter de las personas. Uno era la bilis negra, que se pensaba procedía del bazo y que, cuando era dominante, producía tristeza, pesimismo y mal carácter. De eso quedó que, de quien sin sensibilidad se burla de desgracias ajenas, hoy digamos que tiene “humor negro”. Esta circunstancia también es origen de “melancolía” ―del griego mélanos ´negro´ y kholé ´bilis´―, literalmente se decía de la tristeza ocasionada por la bilis negra. Los otros humores eran: la sangre, que se asociaba al corazón y cuya dominancia provocaba un carácter impulsivo, valiente y amoroso; la bilis amarilla, producida en la vesícula biliar, que generaba un carácter colérico ―del griego kholé : ´bilis amarilla´―, de ahí nos quedó la palabra cólera; y la flema ― que en griego significa ´mocos´―, según la creencia, se producía en el cerebro y se asociaba con un comportamiento pasivo y tranquilo, todavía hoy a quienes son así, los llamamos flemáticos. La salud dependía de un equilibrio entre los cuatro humores y, de quien lo conseguía, se decía que tenía “buen humor”, en caso contrario, se vivía con “mal humor”, frases que subsisten aunque ya sin el sentido médico. Volviendo al bazo, este está situado en una cavidad abdominal que los griegos llamaron hipocondrio ―de hipo ´debajo´ y khondrios ´cartílago´―, o sea, es la región debajo de las costillas falsas. En origen, un hipocondríaco era el que estaba enfermo del hipocondrio, es decir, era dominado por la bilis negra y por lo tanto vivía triste y deprimido, pensando que todos los males lo acechaban. Con el paso del tiempo, solo un brinquito para pasar a nombrar a los enfermos imaginarios. Ya lo ven, las palabras están por todos lados guardando nuestra historia, las encontramos hasta en nuestras entrañas, solo es cuestión de ir a buscarlas.