martes, 13 de mayo de 2014

MAYO 13, 2014

LUPITA SANTOYO, CLAUDIA TRONCOSO, GABRIELA GARCÍA SOTO, LUIS ARDO AGUILAR, ISAURA DOMINGUEZ, ARMANDO SÁNCHEZ Y AL ING. ARTURO ORTEGA MORÁN. CAPSULA DE LENGUA 282, LOS MENOS SE HICIERON MÁS Y LOS MÁS… MENOS. ¡Qué ironía! Es curioso cómo el tiempo voltea de cabeza las cosas, dígalo si no, la historia que les voy a contar: En lengua latina, magis y minus eran dos palabras que expresaban ideas contrarias, la primera significaba ´más´ y la segunda ´menos´; y como en la sociedad romana, como sucede en todas las sociedades humanas, había ciudadanos de primera (los magis) y ciudadanos de segunda (los minus), fueron surgiendo voces para dejar bien clara esta diferencia. En magis se guardó el concepto de ´importante, principal´ por eso se les llamó magistratus (hoy magistrados) a quienes impartían justicia y eran parte de la cúpula del poder. También, quien sabía hacer mejor las cosas era importante, y por eso a ellos se referían como magister, y como del que sabe se aprende, de ahí derivaron voces como: maestre, maese, maestro, máster y aún en el ambiente coloquial, tratándose de oficios, llamamos maistro al oficial que se las sabe “de todas, todas”. De la misma familia son: magistral (lo que se hace con maestría) y magisterio (lo relativo a la enseñanza). En cierta época, máster se convirtió en título de dignidad y esta huella se conserva en la lengua inglesa en la palabra mister (Mr.) que derivó de ahí. Por otro lado, minus se relacionó con el estrato bajo de la población al que pertenecían los sirvientes y por eso a estos se les llamó minister de donde luego se derivó ministro. El concepto de servicio también lo encontramos en palabras como: suministrar (servir, proveer los bienes), administrador (el responsable de que los servicios se dieran bien y a tiempo), ministerio y ministerial (lo relativo al servicio público). En la Roma antigua, los cargos políticos los ejercían los magistrados que en teoría eran designados por elección popular, pero esto cambió allá por el siglo IV d.C. cuando los emperadores consideraron peligroso tener en su equipo políticos electos y decidieron dar los cargos a sus sirvientes de confianza (ministros); así “los menos” se hicieron cargo de funciones gubernamentales y desde entonces pasaron a ser “los más”. Hoy, un ministro ya no es “el menos”, hoy es “el más” que se sirve antes que servir, mientras que un maestro ya no es “el más”, hoy es “el menos” que debe tener un gran espíritu de servicio para tolerar sus carencias económicas además de los caprichos de sindicatos y administradores de la educación. ¡Vaya, qué ironía! Es curioso cómo el tiempo voltea de cabeza las cosas.

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