lunes, 15 de diciembre de 2014
DICIEMBRE 15, 2014
JOSE OSCAR PEREZ GARCILITA
El toque del Maestro
Se estaba realizando una pequeña subasta popular en la que figuraban una gran cantidad de objetos. Entre ellos se encontraba un viejo violín, el que presidía la subasta apenas pensaba que valiese la pena ofrecerlo, pero, de  todos modos, lo levantó, y sacudiendo el polvo que  tenía encima, anunció con una sonrisa: "Aquí tienen, señores su oportunidad, ¿Cuánto me ofrecen por el violín?". Una voz  respondió: "Un dólar". "¿Solamente un dólar?, ¿Nadie  ofrece más?. ¿Quién me ofrece dos?". 
Fue tras una  pausa que alguien ofreció dos dólares; y finalmente  un tercero ofreció tres, pero era evidente que no  había más interés. Estaba a punto de finalizarse la  subasta del viejo violín, el martillo estaba a punto  de dar un golpe sentenciando su venta por tres  dólares, cuando de repente, un anciano, pidió  permiso para tocar el instrumento; ante las risas de  algunos, sorprendidos de que alguien pudiera  pretender tocar alguna melodía con aquel golpeado y ajado instrumento... 
La gente miraba  escéptica mientras el viejo ajustaba las cuerdas y  colocaba el violín en la posición correcta para  tocarlo. Después, tomando el arco, el viejo violinista comenzó a tocar la más maravillosa melodía que jamás ninguno de los asistentes hubiera  escuchado. Con singular maestría continuó tocando  mientras su audiencia contenía el aliento, fascinada  y extasiada. El viejo violinista finalizó su  extraordinaria interpretación.
 
Entonces, en medio del silencio y expectación de  todos, el presidente de la subasta, con voz suave, y  casi reverente, volvió a hablar: "Señores, ¿Qué me dicen AHORA?, ¿Qué me ofrecen AHORA por el viejo violín?". Para espanto de unos y admiración de  otros, resonó una voz que dijo: "¡Mil dólares!",  otro postor ofreció dos mil; un tercero tres mil; y en ese precio fue finalmente subastado... 
Entre  muchas voces, una preguntaba impresionada por lo que  acababa de suceder: "¿Cómo es posible que este  instrumento cambiara de valor tan  extraordinariamente en tan poco tiempo?".
 
Alguien que se encontraba a su lado le respondió  muy acertadamente: "FUE EL TOQUE DE LA MANO DEL  MAESTRO LA QUE LE DIO VALOR..." 
Dejémonos tocar por nuestro creador celestial.
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