ENERO 27, 2015

SALUDOS AL ING. ARTURO ORTEGA MORAN. CAPSULA DE LENGUA, UNA DE PIES Desde tiempos muy remotos, la palabra “PED” se usa para referirse a los pies. De ahí, en latín se dijo “PEDEM” y en castellano “PIES”. Muchas voces han nacido de esta primigenia palabra, algunas demasiado obvias y otras que nos sorprenden. Empecemos con palabras como: “PEDestal”, que es una base que sirve de pie, por ejemplo, a una estatua, o a un lavabo. Sigamos con la voz “PEDal”, y no nos referimos a un borrachito, esa va por otro lado; es el artefacto que se maneja con el pie para accionar algún mecanismo. Por consecuencia de usar los pies, nacieron voces como: “PEatón” (el que camina) o también “PEón”, el que no alcanzó caballo en el ejército o en los ranchos, y por lo tanto tiene que desplazarse “a pata”. Observen cómo “PE” se repite en las palabras hasta ahora mencionadas, en este par de letras se esconde el concepto de “pie”. Más escondido, pero presente, el pie aparece en palabras como: “PEcado”, que en su origen significa (dar un traspié, tropezar). De hecho está en el mismo verbo “troPEzar”, así que cuando nos confesemos, bien podríamos decir “me arrepiento de todos mis troPEzones”. Justo de este concepto, nacieron las palabras “PEor” y “PÉsimo”, que era para referirse a los caballos o soldados de mala calidad que se vivían troPEzando. Un traPEcio, en griego era una mesita de cuatro pies medio inclinados hacia afuera; por la semejanza con la forma, se le dijo también traPEcio a la figura geométrica y al aparato gimnástico consistente en un palo soportado en dos cuerdas. Ahí también está el pie escondido. ExPEdición es explorar caminando; exPEdir era liberar, quitar las trabas para que un animal o una persona pudiera caminar; y en contraposición, el imPEdido es el que, como la cucaracha, no puede caminar; el exPEdiente es el conjunto de papeles que contienen los elementos para “dejar caminar” un asunto. Bueno, espero que les haya gustado esta cápsula de lengua… aunque la haya hecho con los PIES.