martes, 3 de marzo de 2015

MARZO 3, 2015 CÁPSULA: PALABRAS DE HUMOR. POR ARTURO ORTEGA MORÁN Una larga y antigua creencia, sostenía que en el cuerpo humano había cuatro humores o humedades que regían el carácter de las personas. Uno era la bilis negra, que se pensaba procedía del bazo y que, cuando era dominante, producía tristeza, pesimismo y mal carácter. De eso quedó que, de quien sin sensibilidad se burla de desgracias ajenas, hoy digamos que tiene “humor negro”. Esta circunstancia también es origen de “melancolía” ―del griego mélanos ´negro´ y kholé ´bilis´―, literalmente se decía de la tristeza ocasionada por la bilis negra. Los otros humores eran: la sangre, que se asociaba al corazón y cuya dominancia provocaba un carácter impulsivo, valiente y amoroso; la bilis amarilla, producida en la vesícula biliar, que generaba un carácter colérico ―del griego kholé : ´bilis amarilla´―, de ahí nos quedó la palabra cólera; y la flema ― que en griego significa ´mocos´―, según la creencia, se producía en el cerebro y se asociaba con un comportamiento pasivo y tranquilo, todavía hoy a quienes son así, los llamamos flemáticos. La salud dependía de un equilibrio entre los cuatro humores y, de quien lo conseguía, se decía que tenía “buen humor”, en caso contrario, se vivía con “mal humor”, frases que subsisten aunque ya sin el sentido médico. Volviendo al bazo, este está situado en una cavidad abdominal que los griegos llamaron hipocondrio ―de hipo ´debajo´ y khondrios ´cartílago´―, o sea, es la región debajo de las costillas falsas. En origen, un hipocondríaco era el que estaba enfermo del hipocondrio, es decir, era dominado por la bilis negra y por lo tanto vivía triste y deprimido, pensando que todos los males lo acechaban. Con el paso del tiempo, solo un brinquito para pasar a nombrar a los enfermos imaginarios. Ya lo ven, las palabras están por todos lados guardando nuestra historia, las encontramos hasta en nuestras entrañas, solo es cuestión de ir a buscarlas.

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