martes, 2 de septiembre de 2014

SEPTIEMBRE 2, 2014

ROSENDO GONZÁLEZ ORTEGA, ERNESTO LÓPEZ CABRAL, ISELA LIGHTBOURN, CECILIA RENTERIA, ADRIAN TORRES, BERNABÉ PECH QUIJANO, CECILIA RAMÍREZ, Y AL ING. ARTURO ORTEGA MORÁN. CAPSULA DE LENGUA 292, VOCES MUNDANAS Observadores como eran, los antiguos griegos se extasiaban con la belleza y orden que percibieron del universo. Por eso lo llamaron cosmos, voz que encierra justo estos conceptos. No por nada, hoy cuando las mujeres quieren poner un poco de orden en su cara recurren a los cosméticos y desde luego que se ven más bellas. Los romanos aprendieron de los griegos muchas cosas, y una de tantas fue apreciar la perfección de la Creación, sólo que ellos la llamaron mundus; palabra que en lengua latina significaba: limpio, elegante y bello; concepto muy semejante al cosmos griego. Como recuerdo de ese significado original, guardamos su contrario: la palabra inmundo que se refiere a lo que está sucio y asqueroso. Es de anotar que en un principio, tanto cosmos como mundo nombraban a todo el universo; pero con el correr del tiempo, las palabras se fueron especializando y hoy cosmos es todo lo que está en el exterior de La Tierra, mientras que mundo quedó para referirnos sólo a nuestro planeta. Nació entonces la voz mundano, con la que nos referirnos a las cosas que son del mundo y además es adjetivo de los hombres que, olvidando lo espiritual, hacen de lo material el motivo de su vida. Y tú dirás ¿por qué sólo los hombres? Bueno, es que si nos atenemos al diccionario, mujer mundana es una de tantas formas de referirse a una prostituta. No por nada, muchas voces se han alzado para denunciar el machismo del diccionario. Teniendo bien claro que vivimos en el mundo, nuestras aspiraciones a la eternidad nos han llevado a hablar de “el otro mundo”; ese lugar ignoto e indefinido al que supuestamente llegaremos cuando termine nuestra vida. Mientras tanto, a este mundo que era uno, ahora lo hemos partido en tres: En 1952, el geógrafo francés Alfred Sauvy escribió un artículo titulado “Tres mundos un planeta”, en el que planteó un paralelismo entre los tres Estados de la Revolución Francesa que eran: nobleza, clero, y pueblo llano; y el mundo del siglo XX. Llamó primer mundo al formado por los países de economía capitalista; el segundo mundo incluiría al bloque comunista; y el Tercer Mundo al resto de los países “olvidados de Dios”, que hoy eufemísticamente llamamos “países en desarrollo”. No faltan los agoreros del apocalipsis que en diferentes épocas han anunciado el fin del mundo. Seguramente algún día esto sucederá, pero no sabemos cómo ni cuando; mientras, deberíamos aplicarnos en cuidarlo, mantenerlo limpio y habitable, sin olvidar que es el único que tenemos.

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